Hoy nos hemos adentrado en el sector más auténticamente genuino de Asturias, la minería. Nada más desayunar, de nuevo al autocar con dirección a la central térmica de Soto de Ribera para enterarnos cómo se obtiene energía a partir del calor generado en la combustión del carbón. Nada más llegar y todavía en el autocar nos llama la atención la enorme chimenea que lanza hacia el cielo una nube blanca de gases. Vapor de agua procedente del circuito de refrigeración de la central.
A priori la visita iba a ser muy interesante pero al final ha sido algo decepcionante. El ingeniero que nos ha tocado en suerte para acompañarnos y enseñarnos el funcionamiento no ha estado muy por la labor. Ni el tono de voz ni el volumen empleado ha ayudado a seguir sus explicaciones, entre un mar de ruidos de motores en funcionamiento. Dime cómo lo dices y te diré que ganas tienes. En este caso, por desgracia, muy pocas.
La segunda parte de la mañana ha sido muy distinta, en la Brigada de Salvamento Minero. Todas las ganas que les faltaban en la térmica les sobraban en la Brigada. Un encanto de personas, muy simpáticas y dispuestas a enseñarnos lo que hacen y cómo lo hacen.
Esta brigada está formada por mineros que salvan a mineros. Preparados a conciencia y conscientes de que de ellos y su preparación depende la vida de muchos compañeros. Nos han mostrado las instalaciones, el material que utilizan en su trabajo para rescatar, para apagar incendios y para estar preparados, ya que disponen de un gimnasio donde echan las horas mientras esperan la llamada para entrar en acción. Como se puede ver hubo "fin de fiesta" con espuma y humo que hicieron las delicias de los chavales.
A priori la visita iba a ser muy interesante pero al final ha sido algo decepcionante. El ingeniero que nos ha tocado en suerte para acompañarnos y enseñarnos el funcionamiento no ha estado muy por la labor. Ni el tono de voz ni el volumen empleado ha ayudado a seguir sus explicaciones, entre un mar de ruidos de motores en funcionamiento. Dime cómo lo dices y te diré que ganas tienes. En este caso, por desgracia, muy pocas.
La segunda parte de la mañana ha sido muy distinta, en la Brigada de Salvamento Minero. Todas las ganas que les faltaban en la térmica les sobraban en la Brigada. Un encanto de personas, muy simpáticas y dispuestas a enseñarnos lo que hacen y cómo lo hacen.
Esta brigada está formada por mineros que salvan a mineros. Preparados a conciencia y conscientes de que de ellos y su preparación depende la vida de muchos compañeros. Nos han mostrado las instalaciones, el material que utilizan en su trabajo para rescatar, para apagar incendios y para estar preparados, ya que disponen de un gimnasio donde echan las horas mientras esperan la llamada para entrar en acción. Como se puede ver hubo "fin de fiesta" con espuma y humo que hicieron las delicias de los chavales.
Por la tarde otra sorpresa grata, el MUMI (museo de la minería). Una muestra del instrumental, maquinaria, historia y viaje "al centro de la Tierra" para recorrer una galería "real" con casco incorporado por los posibles derrumbes. Muy bien instalado y organizado y con cosas muy curiosas.
Aquí aparecen unos mineros/as al final de una dura jornada de trabajo. Se puede apreciar la entereza con que estos hombres y mujeres afrontan un trabajo tan exigente.
Aquí aparecen unos mineros/as al final de una dura jornada de trabajo. Se puede apreciar la entereza con que estos hombres y mujeres afrontan un trabajo tan exigente.
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